Tecnología asistencial
La tecnología de asistencia es cualquier artículo, equipo o sistema de productos, ya sea adquirido comercialmente, modificado o personalizado, que se utiliza para aumentar, mantener o mejorar las capacidades funcionales de un niño discapacitado.
A continuación se indican algunos ámbitos en los que puede aplicarse la tecnología de asistencia:
Ayuda con las posiciones para sentarse de modo que un estudiante con discapacidades físicas pueda participar en múltiples actividades en una variedad de entornos.
Dispositivos especiales que proporcionan acceso a ordenadores o controles ambientales. Los dispositivos de entrada incluyen elementos como: interruptores, ratón, trackball, ventana táctil, pestillos de teclas
El uso independiente de los equipos en el aula puede lograrse mediante diversos tipos de controles ambientales, incluidos interruptores remotos y adaptaciones especiales de interruptores de encendido/apagado y adaptaciones especiales de interruptores de encendido/apagado.
Los dispositivos de comunicación incluyen elementos como: sistemas de símbolos, tableros y carteras de comunicación, sintetizadores de voz, dispositivos electrónicos de comunicación
Dispositivos de ayuda a la audición: audífonos, unidades FM personales, TV con subtítulos...
Los métodos generales de ayuda a las necesidades visuales incluyen: aumentar el contraste, ampliar las imágenes, utilizar materiales táctiles y auditivos. Entre los dispositivos de ayuda a la visión cabe citar: dispositivos ópticos o electrónicos de aumento, lupas o telescopios de mano o montados en gafas, grabaciones en cinta de casete, libros con letra grande, materiales en Braille, modificaciones de la iluminación...
La lista de usos de la tecnología de apoyo no es exhaustiva. Hay otros ámbitos en los que las personas con discapacidad pueden beneficiarse del uso de la tecnología de apoyo.
La derivación para una evaluación de Tecnología Asistencial se inicia a través de una reunión de ARD Comité . Se asignará un equipo multidisciplinar, que puede incluir un logopeda, un diagnosticador, un terapeuta ocupacional, un profesor de aula para discapacitados visuales u otro personal que se considere apropiado. Se completa una valoración/evaluación y se envía al campus.